En tiempos no tan lejanos, un político poco escrupuloso podía actuar como le viniese en gana en la confianza de que, si era lo bastante discreto, su conducta no sería generalmente conocida y, desde luego, no tendría repercusiones en el resto del mundo.
Hoy, las cosas han cambiado. En un planeta hiperconectado, casi todo se sabe casi enseguida por casi todo el mundo. Por ello no es de extrañar que hasta en Estados Unidos (podría decir Estados Unidos de Norteamérica, pero el nombre oficial de Méjico es Estados Unidos Mejicanos, y también está en Norteamérica), un país tradicionalmente ombliguista que no suele mirar más allá de sus (amplias) fronteras se denuncie el ataque a la libertad de prensa por parte del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, así como la corrupción de la formación neocom. En efecto, el Gobierno de Joe Biden señala en un informe los ataques de nuestro gobierno a la libertad de expresión y cita la financiación irregular de Podemos.
Si es que es imposible ponerle
puertas al campo… ciberespacial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario