Para la izmierda, todo vale en cualquier circunstancia, con tal de seguir detentando el poder, o de alcanzarlo. Mentir, estafar, usar el sufrimiento ajeno, incluso las muertes por decenas de miles… nada es demasiado bueno, demasiado sagrado, demasiado respetable. Todo es ser susceptible de ser utilizado.
Eso sí, muestran una curiosa parcialidad a la hora de emitir sus
juicios. Marcelo, el defensa del Real Madrid, se ha saltado el confinamiento perimetral
vigente en la comunidad de Madrid y ha hecho una escapadita a la playa, que ha
ilustrado con fotos en las redes sociales (de acuerdo, el brasileño nunca ha
destacado especialmente por su inteligencia, pero…). Para el alcalde
(socialista) de Valencia, Juan Ribó, la culpa de la escapada es… de Isabel Díaz-Ayuso, cuyo cometido, a juicio del primer edil de la ciudad del Turia,
parece ser tener vigilados a todos y cada uno de los residentes en la región
cuyo consejo de gobierno preside.
Ahora bien, resulta que dos miembros del desgobierno socialcomunista
que tenemos la desgracia de padecer, el socialista Ábalos y la comunista Díaz, se
han llegado hasta las Pitiusas (acabo de buscarlo en Google y resulta ser una
metonimia, del tipo la parte por el todo: Pitiusas y Baleares no son términos intecambiables, puesto que las primeras son sólo una
parte de las segundas). ¿Se ha apresurado la noctámbula y dipsómana Armengol a
echar la culpa a su equivalente madrileña? ¿La ha hecho responsable de la huida
ninisterial? Evidentemente, no.
Por ello, y por mucho más…
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