En las últimas cuatro décadas y media se ha permitido que dos ideologías profundamente antiespañolas, egoístas, supremacistas, parásitas y criminales hayan hecho y deshecho a su antojo. Me refiero, claro está, a los regionalismos vasco y catalán o, respectivamente, el PNV y ETA por un lado y CyU e IRC por el otro (con sus derivados, apéndices y excrecencias en uno y otro caso).
Malo sería que se hubieran limitado
a hozar en sus regiones de origen, pero como ya dijo el Boss (Poor
man wanna be rich / Rich man wanna be King / And a king ain’t satisfied / ‘til
he rules everything), han pretendido engullir más y más, como los agujeros
negros que son -Navarra en el caso de los herederos de Sabino Arana, Valencia y
Baleares en el caso de los de Jorgito Poyuelo- so capa de unas entidades
-el País Vasco y los Países Catalanes- que nunca han existido salvo en la
desquiciada imaginación de esos desalmados y de los débiles mentales que se han
dejado engatusar por ellos.
Pero es que, en parte por la
debilidad de los partidos nacionales, en parte por estupidez -de la derecha y
del PSOE hasta hace un cuarto de siglo, creyendo que así se les apaciguaría- y
en parte por complicidad criminal -de la izquierda, sobre todo del PSOE tras el
Gonzalato-, se les ha hecho concesión tras concesión, yendo contra la
legalidad, contra el sentido común y contra los más mínimos principios prácticos
y de decencia. Y tan pronto se les riega de millones -de pesetas antes, de
euros ahora- como se les entregan unos documentos -los papeles de Salamanca-
que son patrimonio de todos los españoles y que marchan, rumbo a Cataluña,
probablemente para no volver a ser vistos jamás.
A saber qué es lo que querrán ocultar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario