Durante los últimos catorce meses -y, retroactivamente, más aún-, el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer ha fundamentado sus decisiones, cada vez que las mismas han sido puestas en cuestión, en el parecer de los expertos o los científicos.
Resulta indiferente que las
decisiones fueran primero en un sentido -las mascarillas son innecesarias- y
luego en el contrario -las mascarillas son imprescindibles-, eran siempre otros
los que aconsejaban… aunque, como luego se demostrara, el consejo de ninistros
no preguntara a nadie a la hora de actuar (o, más bien, de no hacerlo).
Y cuando los científicos hablan, demuestran lo que acabo de decir: Margarita del Val, que de virus algo parece que sabe, acaba de señalar que las decisiones del gobierno sobre la vacuna de Astrazeneca contra el coronavirus no se basan en la evidencia científica. Más claro, agua.
Por ello, y por mucho más…
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