Como ya mencioné, desde hace cosa de un mes tengo en suspenso el archivo de entradas anotadas -que todavía no me han recuperado el fichero donde las almacenaba, quiero decir-, por lo que hay una mayor inmediatez entre el suceso que comento y el comentario del suceso.
Sin embargo, es inevitable ir
haciendo colchón, y ya hace casi dos semanas -los acontecimientos se suceden a
tal velocidad que parece que hubieran pasado dos meses- que el desgobierno
socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer perdía el segundo asalto al
poder territorial popular, esta vez en Castilla y León. Y fue por la
misma razón que en la región de Murcia, por el eslabón más débil de la cadena:
por los parlamentarios del partido pomelo, algunos de los cuales parece,
o esa impresión da, que prefieren morir de pie a vivir de rodillas. Políticamente
hablando, se entiende.
Y mientras, el Rasputín de la Moncloa, mercenario sin principios que, como Beltran Duguesclin, apoya a quien le paga, seguía maquinando estrategias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario