La delegada del becario ubicuo -ese que se presentó, salió elegido y, como se iba a comer los mocos en la oposición, se marchó en busca de predios más de relumbrón y, probablemente mejor pagados- en la asamblea legislativa regional madrileña, una individua que es licenciada en Medicina, pone datos falsos en su currículo y hace gestos de disparar con una pistola a sus enemigos políticos (porque así es como esta gente concibe la Política, como una cuestión de amigos y enemigos) ha dicho que, en caso de salir elegida, desmantelaría el Hospital Enfermera Isabel Zendal - para convertirlo en un centro de investigación e innovación-porque, según ella, no sirve para nada.
Para ser una inutilidad de tal
calibre, resulta llamativo que el más reciente hospital público de Madrid sume
a estas alturas tres mil seiscientos cincuenta y ocho pacientes dados de alta y
que atienda al treinta por ciento de los enfermos por la Covid-19.
Lo que es de traca es la alternativa
que propone: el Zendal Health Lab, un laboratorio a imagen y semejanza de
Medialab -que, según ella, está en proceso de demolición por el Ayuntamiento-
y que es un proyecto absolutamente maravilloso donde se aúnan
investigadores, voluntarios y familias, lo que, llevado al campo de la salud,
tiene un potencial brutal y también puede incluir las empresas de innovación,
startups. Es decir, la típica cursilada pijiprogre, más vacía de contenido
que sus seseras.
Por ello, y por mucho más…
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