Hay una canción de La Trinca, Vidas paralelas, que relata las vicisitudes de dos sujetos, uno a la derecha y otro a la izquierda, que tras sucesivas purgas y escisiones acaban quedándose solos, cada uno en su nicho ideológico.
Esa canción siempre viene a mi mente cada vez
que en la extrema izquierda española se produce una purga. Claro que,
actualmente, todo lo que hay a la izquierda del PP puede considerarse como
extrema izquierda.
Hace un mes saltó la noticia de que el Chepas
había echado a Monedero de su canal de televisión. La cosa tenía su lógica,
porque un individuo con semejante apellido no pinta nada en un canal que pierde
dinero a espuertas.
Y mientras, los de la mano y el capullo,
sección desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer,
acusaban al barón castellanomanchego de estar en el extrarradio del
partido tras su última crítica al psicópata de la Moncloa.
Con semejantes compañías, casi mejor estar lo más lejos posible…
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