El marxismo es una impostura desde el momento mismo de su nacimiento, con mayor razón si se considera que su fundador era un impostor de marca mayor, en el sentido de que predicaba una cosa y hacía exactamente la contraria… algo en lo que le han seguido la inmensa mayoría de sus epígonos.
Por eso, no es de extrañar que todo su
mensaje se fundamente en la mentira, y que un marxista, a poco deshonesto que
sea -y muy pocos marxistas son honestos, a partir de cierto nivel, al menos en
la política- no coincida con la verdad ni por casualidad.
Y por eso zETAp ha pedido proclamar que estamos en el mejor momento de España, para evitar un momento de debilidad en el partido de la mano y el capullo. Aunque España se encuentre en uno de los peores momentos de su ya milenaria historia, y aunque cualquier socialista decente -pocos quedan- se aparte o sea apartado de la primera línea política.
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