El fundador del partido de la mano y el capullo se estrenó parlamentariamente diciendo aquello de que su formación actuaría al margen del ordenamiento jurídico cuando no vieran otro medio de alcanzar sus fines.
Lo malo es que las cosas se han salido tanto de madre que ahora los
socialistas -otro punto en común con los regionalistas catalanes- no cumplen siquiera
las normas que ellos mismos han aprobado. Es lo que ha ocurrido en el
ayuntamiento de Vendrell, donde el consistorio socialista ha sido denunciado por incumplir la ley de bienestar animal -que, no lo olvidemos, aprobó el
desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer- y no alimentar
a la colonia de gatos callejeros que viven en el municipio. ¿Su excusa? Que no
tienen fondos suficientes.
Catalanes tenían que ser…
No hay comentarios:
Publicar un comentario