Buscando en qué película de los hermanos Marx aparecía esta cita, me encontré con un artículo del Diario de Sevilla que comienza como sigue:
Una leyenda urbana atribuye a Groucho Marx la frase "Éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros". En realidad, apareció en un periódico de Nueva Zelanda en 1873, en la forma "Éstos son mis principios, pero si no les gustan, yo los cambio". La atribución de la cita a Groucho se publicó por primera vez en el Legal Times en 1983, algunos años después de su fallecimiento. En cualquier caso, con esta fórmula se describe al político que acomoda su discurso, para decir lo que el público quiere oír.
Tan convencido estaba de que el autor de la
frase era el siempre mordaz Julius Henry Marx que hasta me imaginaba oyéndole
declamarla (con voz doblada, por supuesto). Pero me estoy desviando del tema,
porque de quien quería hablar -bueno, querer es una expresión un poco fuerte,
vamos a dejarlo en iba a- es, claro está, del psicópata de la Moncloa.
Alguien que ha hecho del cambio de opinión, no ya un arte o un modus operandi, sino incluso un modus vivendi; alguien que habría sorprendido a la par a Groucho Marx y a Nicolás Maquiavelo; alguien que en España proclama el cordón sanitario contra la derecha (nacional, claro, porque las derechas regionalistas son, para él, progresistas, porque le sostienen en la poltrona), pero que en Europa considera normal que los de la mano y el capullo voten a favor del candidato italiano a la Comisión (propuesto por el gobierno de Giorgia Meloni, a quien Wikipedia dedica calificativos tales como neofascista, posfascista, nacionalconservadora o feminacionalista… término este último que, de nuevo según Wikipedia, escribe una estrategia o táctica electoral por el que un tipo de ideología nacionalista se escuda detrás de algunos postulados del movimiento feminista para esconder su racismo y sus motivaciones xenófobas; en resumen, que la primera ministra italiana sería una ultraderechista de manual… de manual de izquierdas, se entiende), con tal de salvar a su propia candidata, la Pelos.
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