El psicópata de la Moncloa es un proyecto de autócrata que aspira a controlarlo todo. Sin embargo, teniendo menos escrúpulos morales y éticos -y ya es decir- que sus correligionarios que le precedieron como segunda autoridad del Estado, lo está haciendo bastante peor.
Porque al señor X los tribunales no
quisieron estigmatizarle, y por eso le trataron con guante de seda. A Sanchinflas,
de momento, ya le han tomado declaración (es un decir) como testigo en la instrucción
del proceso en que está siendo investigada su pareja, y un juzgado le ha citado
para que se retracte de llamar delincuente confeso a la pareja de la
presidente de la comunidad autónoma de Madrid.
Ahora sólo falta que le empuren por cosas verdaderamente importantes.
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