domingo, 1 de diciembre de 2024

Fiat Iustitia, pereat Plus Matritus

Cuando poner a sectarios al timón de la nave del Estado, lo natural es que hagan una política sectaria, con normas sectarias y actitudes sectarias. Lo que algunos no aprenden, porque la neurona no les da más de sí, es que su sectarismo, andando el tiempo, acabará volviéndose contra ellos.

Es el caso del becario ubicuo, miembro de la camarilla fundadora de los neocom, peleado luego con el líder y creador con doña Rojelia -una paleocom de manual, tiene narices la cosa- de los neoneocom e incrustado finalmente en los cocuquistas, viviendo siempre del dinero público y sin dar un palo al agua.

Al menos en política, porque parece que en la alcoba y territorios que llevaban hacia ella era mucho más activo, o eso dicen las malas lenguas. Malas lenguas contra las que se defiende diciendo que lo que se le imputa es falso de toda falsedad (él, que decía que las denuncias falsas no existen, que las mujeres -hermana, yo sí te creo- decían siempre la verdad cuando acusaban al varón), que es más inocente que un recién nacido y que se trata de una campaña en su contra.

Lo malo es que todavía quedan feminazis con el seso sorbido (no por el sexo y sustancias estupefacientes, como pasa con el becario, sino por una de las doctrinas más nefandas que ha pergeñado el hombre, convenientemente degenerada y empeorada), y le reprochan adoptar el discurso de la ultraderecha en lo relativo a las denuncias falsas.

Y es que los progres son siempre muy progres, hasta que les tocas el bolsillo… o la bragueta.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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