El planteamiento de Charles de Secondat resulta tan evidente que lo extraño es que nadie hasta entonces lo hubiera planteado por escrito. Dado que, como un siglo más tarde señalaría lord Acton, el poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente, la solución natural es dividir el poder para que se contrapesen unos a otros y ninguno alcance la supremacía.
Esto, en el plano teórico, por supuesto. En
la práctica hay modos de, manteniendo las formas, subvertir el ordenamiento
jurídico y concentrar el poder. Es lo que ha intentado el psicópata de la
Moncloa al frente del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de
padecer: pastorea el ejecutivo como la pandilla de borregos paniaguados que
son; no controla el legislativo -ni siquiera el Congreso, que es la cámara importante;
mucho menos el Senado, donde el Partido Popular tiene, en solitario, la mayoría
absoluta-, pero va trampeando mientras desgarra jirones del tejido nacional
para entregarlos a quienes, como una horda de Beltranes Duguesclín, ayudan a
quien les paga; y busca controlar el poder judicial para, en una apariencia de
respeto a la legalidad que no alcanzo a comprender si lo hace por miedo o por vergüenza,
tener las espaldas cubiertas para cuando sus felonías lleguen a los tribunales.
Mientras tanto, ha convertido el Tribunal Prostitucional,
que nunca fue excesivamente decente en sus actuaciones, y menos cuando lo
presidía alguien de izquierdas, en una especie de Superior del Supremo,
o en un ninisterio de Injusticia bis (Bolardos y Golpe
Pumpido, tanto monta, monta tanto).
Pero hete aquí que todavía hay jueces irreductibles frente al invasor liberticida, capaces de hacer frente a sus mamporreros. Jueces como los del Tribunal Supremo, que a pesar de inadmitir sendas querellas sobre el tema han advertido al Prostitucional que su conducta podría ser tipificada como prevaricación. Cómo será la cosa que hasta tres magistrados izquierdistas del Supremo -incluyendo una apadrinada por el fiscal de la toga tinta en sangre y lodo- apoyaron la posibilidad de investigar a los magistrados del órgano con sede en la calle de Domenico Scarlatti…
No hay comentarios:
Publicar un comentario