sábado, 22 de marzo de 2025

Ha perdido el oremus

Hubo una época en que pensé -en cierto modo, aún lo creo… a veces- que Vox, como los neocom -los extremos políticos- eran un mal necesario para evitar que los partidos políticos con posibilidades reales de gobernar se centraran demasiado y devinieran, en el fondo indistinguibles.

Confieso que, en alguna ocasión -nunca próxima a unos comicios, y nunca en el ámbito nacional- me planteé la posibilidad de votar a Vox, por tener gente respetable en sus listas y porque más de uno de sus postulados se correspondía con los míos.

Eso fue antes de que empezara a expulsar -o a provocar la marcha- de gente como Macarena Olona o Espinosa de los Monteros, gente sin complejos que les decía a la izquierda las verdades a la cara… y así se ponía la izquierda.

Pero Vox ha emprendido una deriva que no se sabe exactamente a qué se debe, y que lleva a dislates como que el líder nacional del partido culpe a PP y PSOE de la invasión de Ucrania por Rusia, porque dieron a Putin los medios para hacer la guerra y negaron a las naciones europeas los medios para disuadirle.

Lo cual no deja de ser cierto, pero es llevar las cosas un poco lejos, sobre todo teniendo en cuenta la irrelevancia internacional de España.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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