Dicen que el karma existe. No lo sé, pero hay veces que, la verdad, lo parece.
Pocos han arremetido más contra la casta y
los empresarios y han dicho defender más a la gente, a los trabajadores, que Junior.
Pero hete aquí que entró en política, y se volvió casta. Y salió de la
política, o al menos de la primera línea, y se volvió empresario.
Pero como una cosa es predicar y otra muy
distinta dar trigo, resulta que los trabajadores de su taberna no se deben
sentir demasiado bien tratados… y le han montado un sindicato. A este, que decía
que quería tomar el cielo por asalto, resulta que le han asaltado a él.
Para mear y no echar gota.
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