miércoles, 26 de marzo de 2025

Agua que no has de beber…

Dice el refrán que antes se coge a un mentiroso que a un cojo. Cuando el mentiroso es, además, estúpido y cobarde, no hay ni que ir a por él, porque se entregará solito.

Es lo que parece estar pasando con los responsables del desastre en Noviembre con las lluvias torrenciales en Valencia. Una parte no desdeñable de la culpa de lo sucedido recae en el gobierno regional -y, por metonimia, en su presidente, Carlos Mazón- que, según todos los indicios, actuó tarde y mal (valga la redundancia). Otra parte, en el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer y, por metonimia, en el psicópata de la Moncloa, ese que dijo si necesitan ayuda, que la pidan.

Pero los polvos de los que vinieron estos lodos -valga el macabro juego de palabras- vienen de atrás, y los responsables son los de siempre, los de la mano y el capullo. Porque la Confederación Hidrográfica del Júcar, organismo de cuenca encargado de la gestión hídrica del río, ha admitido que las obras del barranco del Poyo se pararon por la Ley de la huerta de Timo Puch.

Pero contra ese no hay manifestaciones, qué va.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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