A pesar de que hace cuatro décadas alguno proclamara la muerte de Montesquieu, Charles de Secondat se resiste a permanecer en la tumba y, cual monstruo en una película de zombis, emerge periódicamente para regocijo de los que amamos la democracia.
Porque la separación de poderes y, más
específicamente, el poder judicial, es la garantía más importante que tenemos los
españoles en la lucha contra el autócrata de la Moncloa, y tanto instruyen, sin
prisa pero sin pausa, las distintas causas en los que se ven envueltas las
personas de su entorno, como avisan a los mamporreros del psicópata que pueden incurrir en un delito de prevaricación.
Entre otros…
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