Se acusa a la izquierda de ir en contra de la familia. Al pretender destruir este pilar básico de la sociedad, estarían intentando acabar con la sociedad misma, para así afianzarse en el poder y seguir detentándolo tanto como puedan.
Nada más lejos de la realidad. El desgobierno
socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer es un fiel defensor de la
familia -de los valores familiares es otro tema-, y se preocupa de que
no pasen necesidad y tengan una vida provechosa… al menos, para ellos.
¿No medró la pareja del psicópata de la
Moncloa? ¿No consiguió un puesto -mirando en internet, dijo- el teledirector
de orquesta, a la sazón hermano del mismo psicópata? ¿No mueve los hilos Golpe
Pumpido, presidente del Tribunal Prostitucional, para que su hijo
salga de los múltiples líos judiciales en que se ve metido? Vale, esto último
no lo sé, pero no me extrañaría lo más mínimo. Seguimos.
¿No colocó el Chepas a la madre de sus
hijos en el consejo de ninistros? ¿No benefició doña Rojelia a su
sobrino cuando era primera edil de la Villa y Corte? ¿No promocionó Nadie
Peludiño a su marido? ¿No ha acreditado también Víctor de Aldama la
presencia del hijo de Ábalos en la trama (maraña, habría que
denominarla) con mediaciones en pagos e inmuebles?
Y todavía habrá quien les difamará diciendo que quieren cargarse la familia. ¡Pero si no hacen más que reforzarla! La propia, claro está.
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