Dice un viejo refrán castellano que antes se coge a un mentiroso que a un cojo. Si el mentiroso es, además, corto de entendederas, prácticamente se entrega él en manos de sus perseguidores, especialmente si estos son algo tenaces.
Es lo que parece haber pasado con los autores
del informe fiscal del teledirector de orquesta: afirmaron que sólo miraron
bases de datos, pero la investigación está demostrando que contactaron con él.
Naturalmente, el que sea hermano del psicópata de la Moncloa no ha tenido nada que ver, no señor…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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