El desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer está compuesto por una panda de psicópatas a los que nada les importa salvo ellos mismos, y que son tan necios que son incapaces de darse cuenta de que sus actos molestan, y mucho, a muchos. Y si se dan cuenta, no se les da un ardite.
Ya es malo que pretendan hacernos tragar su ecologismo
sandía, su hipocresía incoherente entre lo que predican y lo que practican. Pero
es que, además, lo hacen del peor de los modos posibles: ofendiendo.
La última ha sido una campaña en la que se
compara, frivolizando, a unos presuntos derrochadores energéticos con adictos
que necesitan recuperarse. No les importa el drama que supone el alcoholismo
para quienes los padecen y para su entorno.
A esta panda de malnacidos todo les parece muy gracioso, todo lo consideran permitido; incluso faltar el respeto a quien, si no quizá lástima, sí merece comprensión y ayuda.
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