Hay un viejo adagio latino que dice Fiat iustitia, et pereat mundus, es decir, hágase justicia aunque el mundo perezca.
Algo parecido ocurre con la combinación de la burocracia y los ecologistas
coñazo, que llevan a sinsentidos desquiciantes… y ruinosos para los afectados. Es
el caso de los arroceros extremeños: la Administración regional sólo les
permite cultivar arroz, pero no les deja regarlo, ni tampoco cambiar de cultivo.
Naturalmente, el gobierno regional al que me refiero es el socialista que se fue, no el de derechas que está ahora y que, parece, está dispuesto a cambiar la situación.
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