Para el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, progresista es cualquiera que les preste apoyo. Y como ellos son unos liberticidas, liberticidas han de ser también quienes se conchaben con ellos.
Liberticidas son los jotaporcatos, con Cocomocho a la
cabeza. En efecto, el cobarde fugado en el maletero de un coche exigió, para
prestar su apoyo parlamentario a la aprobación de los decretos del psicópata,
sanciones a las empresas que abandonaron Cataluña tras el butifarrendum II.
Es dudoso que Europa permita tal desafuero, pero, de todos modos, el gobierno regional valenciano se apresuró a anunciar que defenderá a las empresas que dejaron Cataluña tras la amenaza de ser multadas por Sanchinflas y sus secuaces.
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