Si fuera conspiranoico, que no lo soy (demasiado), pensaría que el hecho de que el Banco Central Europeo hable de contaminación por el uso de billetes y diga que su huella ambiental equivale a conducir ocho kilómetrosun coche responde, no a una verdadera conciencia ecológica (a éstos, el único verde que les interesa es el de los billetes), sino al deseo de la burocracia bruselense (o donde quiera que radique la sede de la entidad de marras) de tenernos más controlados a los europeos y a nuestras transacciones.
Porque, no nos engañemos, si desaparece la moneda física y sólo quedan
los medios de pago electrónicos, seguir la pista al dinero les será mucho más
fácil. Siempre habrá quien pueda librarse -como suelo decir, en informática no
hay imposible, todo es cuestión de… dinero, precisamente-, claro, pero a la
mayoría de la gente nos tendrán cogidos por la c…
…artera.
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