Si una doctora el Derecho constitucional es capaz de decir que la Constitución Española no dice que el hombre y la mujer son iguales, no resulta sorprendente que, además de hablar en bragas por las mañanas con los alcaldes -por teléfono, naturalmente… ¡qué imagen más horrenda y difícil de borrar!-, no tenga ni repajolera idea de las más elementales expresiones en latín y las confunda con unos ratones de dibujos animados; o que, ya puestos, lo ignore todo en materia de presupuestos públicos.
Así, no es de extrañar que dijera que el dinero público no es de
nadie y se quedara tan pichi o, como suele decirse, más ancha que pancha. Algo
de lo que no parecen haberse dado cuenta algunos de los miembros del
desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer -que, al ser
órgano colegiado, implica que el consejo de ninistros tampoco se ha dado
cuenta… lo que, de nuevo, no es de extrañar teniendo en cuenta que al psicópata
de la Moncloa le hicieron la tesis doctoral por encargo… y copiando, para
rematar la faena-, que no hace tanto lanzaron una campaña de autobombo con el
lema no es magia, son tus impuestos. Claro, que también son nuestros
impuestos los que pagan el colchón del psicópata, el combustible del Falcon,
sus vacaciones en las residencia oficiales y la asistencia con Begoño a
conciertos de grupos musicales.
En Argentina, en cambio, parecen tener las cosas más claras, y el recién elegido presidente del país prohibirá publicitar los servicios públicos como gratuitos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario