Si hay un partido en España especialista en aprovecharse de las desgracias públicas, ese es el de la mano y el capullo.
Cuando se produjo el vertido de crudo del Prestige,
la izquierda en general, como el PSOE al frente, se apresuró a culpar a la
Junta de Galicia y al gobierno del país, entonces ambos del PP, de la
desgracia. Fueron innumerables las manifestaciones con el cartelito de Nunca
más al frente, como si dependiera de los políticos (de derechas, claro) el impedir
un desastre de semejante magnitud. De hecho, en las elecciones regionales
madrileñas del año 2.003, algún dirigente regional socialista llegó a decir que
hundiendo otro Prestige tenían los comicios ganados.
Un año después tuvieron lugar los atentados
del 11 de Marzo. ¿Le preocupaba al partido fundado por Paulino Iglesias la
magnitud del desastre? No, lo que más les preocupaba en aquel momento era que
no hubiera sido la banda terrorista de ultraizquierda la responsable, porque en
ese caso sus perspectivas electorales eran más negras que su corazón. Por eso
pusieron a todas sus terminales mediáticas a vocear lo de los terroristas
islámicos con el cuerpo afeitado y tres capas de calzoncillos, a enviar
mensajes por teléfono, a promover concentraciones frente a las sedes del
Partido Popular y a decir que España no se merecía un gobierno que les mintiera.
Y eso lo decía el hijo de P, perito en embustes, licenciado en trolas y doctor
en engaños.
Y ahora que se ha producido la caída al mar
de unos contenedores con pellets y que -¡oh, casualidad!- hay elecciones
regionales en Galicia a la vuelta de la esquina, y las perspectivas electorales
de las franquicias regionales de los miembros del desgobierno socialcomunista
que tenemos la desgracia de padecer son tan oscuras como la concha de un
mejillón, el consejo de ninistros se apresura a culpar al regional de
una mala gestión.
La fiscalía, que ya sabemos de quién depende, contradijo al ejecutivo regional y decidió abrir una investigación por indicios de toxicidad en los pellets. A lo mejor debería investigar al psicópata de la Moncloa y sus secuaces, porque el gobierno portugués avisó al español hace un mes del vertido.
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