Como digo en la primera entrada de hoy, hay dos maneras de hacer las cosas en economía (en los demás ámbitos de la vida, también, pero vamos a centrarnos): la marxista y la correcta.
Y si hace doce horas comentaba que la regulación
de la vivienda siguiendo los postulados comunistas ha llevado a una reducción
de la oferta y un crecimiento de los precios, ahora toca hablar del
Ayuntamiento de Madrid, dirigido por el PP.
Y si bien algunos de derechas critican al
alcalde, al que llaman Carmeida por no diferenciarse lo bastante (o lo
que ellos consideran lo bastante) de doña Rogelia, en otras cosas acierta:
como en adoptar medidas de desregulación, simplificando la normativa
administrativa y reduciendo la burocracia.
Y luego algunos se extrañan de que la economía madrileña vaya mucho mejor que la catalana o la nacional en general.
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