Lo que voy a decir sería tratado de tremendista por alguno de mis conocidos, pero ahí va: en las dificultades que ha tenido España en el último siglo y medio, el PSOE ha sido casi siempre (por no decir siempre) parte del problema, no parte de la solución. No sé si Paulino Iglesias odiaba a España, pero parece que gran parte de los que le han sucedido en la dirección de la formación sí.
Y entre esas dificultades se encuentra la del terrorismo vasco de ultraizquierda, hace el que siempre han mantenido una cierta comprensión y que ahora es de absoluta complicidad… o de sumisión voluntaria por parte de un sujeto ayuno de escrúpulos. Aunque, bien pensado, tan falto de escrúpulos está el psicópata de la Moncloa como el gordo de Mondragón.
Y cuando los de la mano y el capullo entregan el ayuntamiento de Pamplona a los del hacha y la serpiente, qué menos que los partidos democráticos en la asamblea legislativa regional abronquen a los suciatas.
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