Los de la mano y el capullo, como los secesionistas catalanes (y vascos) están tan acostumbrados a hacer y deshacer a su antojo sin que de Pirineos para abajo haya quien les tosa que, cuando alguien al otro lado de la cordillera carraspea, se ponen de lo más nervioso.
Es lo que ha pasado en Moncloa -es decir, que el que se ha puesto nervioso
es el psicópata, puesto que es el único cuya voluntad cuenta en ese edificio-
cuando miembros del Tribunal de la Unión Europea no descartan paralizar la ley de amnistía por los recursos.
Y es que, aunque presuntamente tengan bien amarrado el Tribunal Constitucional, en Europa sólo controlan a uno de veintisiete…
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