martes, 23 de julio de 2024

Reflexiones atemporales CCXVII – Esto es un sin Dios

Hará cosa de un mes, asistí a una boda por la Iglesia. Los contrayentes eran veinteañeros, así que los invitados eran, en una proporción importante, de esa edad.

Desconozco por qué celebraron el matrimonio religioso. No sé si son creyentes o practicantes, pero me quedó bastante claro que, de esos veinteañeros invitados, muchos no habían pisado un templo en mucho tiempo: no sabían leer las lecturas ni los salmos, casi ninguno comulgó…

Por lo que me contó uno de mis hermanos, que por esas fechas asistió a un bautizo, mi caso no resultó en absoluto extraño, porque a él le pasaron tres cuartas de lo mismo.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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