En teoría, la izquierda gobierna para la gente, y la derecha para los suyos.
En la práctica, al menos en España, es justo
al contrario, al menos para la izquierda: gobiernan para los suyos, y en contra
de la gente. Todo ello, eso sí, envuelto en un alambicado lenguaje bienqueda
que de tan empalagoso produce arcadas. Pero el daño está hecho.
Para muestra, un botón. Con el psicópata de
la Moncloa en el poder, el tiempo medio para expulsar a los ocupas (que lo
escriba con k su padre) se ha prácticamente duplicado, pasando de doce a
veintitrés meses. De hecho, los datos del Consejo Superior del Poder Judicial arrojan
tiempos de espera superiores a treinta y cinco meses en algunas comunidades
autónomas.
Pero oye, al menos no gobierna Vox…
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