lunes, 22 de julio de 2024

Soñé por un momento que era aire

Expertos en lanzar cortinas de humo para tapar los escándalos, los de la mano y el capullo se están quedando sin elementos que generen dichas cortinas, tantos y tan grandes son los escándalos a tapar.

El penúltimo fue la detención, durante unas horas, de Nacho Cano, por una presunta contratación de inmigrantes para su musical. Fuera ya de las dependencias policiales, el músico contó lo que él consideraba farsa de su detención, y el maltrato del ministerio del ninistro Pequeño a sus bailarines. Cómo será la cosa, que los becarios presuntamente maltratados por el artista se han querellado contra la policía.

En tono un tanto melodramático, Cano declaró que van a por él porque también van a por Isabel Díaz-Ayuso, y que si alguna vez aparecía con un tiro en una cuneta, ya se sabía de quién era la culpa.

Por una de esas curiosas coincidencias, se ha sabido que Interior impulsó la detención de Nacho Cano tras saber que la Unidad de Crimen Organizado registraría el despacho del hermano del psicópata de la Moncloa, y que el comisario al que señala Nacho Cano ya fue acusado de montaje policial en el escándalo de Villarejo y López Madrid.

Casualidad, a buen seguro.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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