El marxismo nació como una ideología liberticida, y en los cerca de dos siglos que lleva existiendo no ha variado un ápice.
Para el jeta vocacional, el proletariado
debería regir sobre toda la sociedad; desarrollos posteriores establecieron que
el partido comunista sería la vanguardia del proletariado (al que dirigiría);
y, naturalmente, los líderes del partido serían los que marcarían la senda a
seguir. Resultado: una oligarquía de las de toda la vida, siempre por el bien
de la humanidad.
Y hete aquí que una comunista de manual
-consejos vendo, que para mí no tengo- como la tucán de Fene se ha descolgado
pidiendo que el Estado controle los datos para acabar con los señores
tecnofeudales como Elon Musk o Mark Zuckerberg.
Porque, naturalmente, el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer -de hecho, cualquier gobierno de cualquier signo y de cualquier jaez- nunca ha hecho ni hará un uso espurio de los datos de los ciudadanos, ¿verdad, Yoli?
No hay comentarios:
Publicar un comentario