Cuando uno pensaba que la estupidez humana no podía alcanzar nuevas cotas, llegan los giliprogres y te sorprenden. Para mal, por supuesto.
El paso de la bruja Piruja por el
consistorio de la ciudad condal hizo que lo que antes fuera una urbe de la que
sentirse orgulloso -una seria candidata a segunda capital de España, quizá-
degenerara hasta extremos inimaginables.
La ciudad es, al decir de algunos, un estercolero en el que la delincuencia
campa a sus anchas -y no sólo en los despachos oficiales- y en el que la basura
hace que las ratas de cuatro patas medren libres.
Ahora, en el edificio de la plaza de san
Jaime que no es la sede del gobierno regional mandan los socialistas… pero ya
sabemos que los socialistas catalanes han sido, casi siempre, algo que oscila
entre una copia barata de los secesionistas o alguien vendido a los mismos. Pues
bien, el ayuntamiento de Barcelona ha decidido abandonar X (la red social antes
denominada Twitter) para seguir siendo líder mundial del humanismo tecnológico.
Pues nada, que lideren, que algunos tenemos cosas más importantes que hacer que seguir ese liderazgo.
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