sábado, 1 de febrero de 2025

Eco-ilógicos

Dentro del colectivo ecologista podríamos distinguir dos grupos: el de quienes creen sinceramente en lo que dicen y por lo general actúan en silencio, y el de aquellos que hacen mucho ruido pero a los que realmente les mueven objetivos espurios o, peor aún, actúan así por puro postureo.

Determinar quien pertenece a este grupo es sencillo: no es sólo el ruido que hacen, sino la incoherencia entre sus palabras y sus actos. Los ejemplos son legión: Albert Gore, Leonardo di Caprio, el psicópata de la Moncloa… dicen estar preocupados por el medio ambiente y el planeta, pero viajan en aviones privados y consumen energía como si no hubiera un mañana.

Y luego, claro están, tenemos a los burócratas de Bruselas, que no sólo se dedican a pegar tiros en el pie de aquellos cuyos intereses deberían defender -los propios ciudadanos de la Unión Europea-, sino que además lo hacen por razones no ecológicas.

Hace un par de semanas, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea reconoció que el fungicida Mancozeb se prohibió por motivos ideológicos, y ha vuelto a legalizarlo cuatro años después. Y yo me pregunto una cosa.

¿Alguien va a resarcir a los perjudicados -no sé, por ejemplo los agricultores- los daños que han sufrido?

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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