Cuando José María Carrascal presentaba los informativos de medianoche en Antena 3 Televisión acostumbraba a finalizar su análisis sobre el desmán socialista que tocara con la muletilla y la culpa es de Felipe González Márquez, haciendo pausas entre cada una de las palabras (nombre y apellidos) del entonces presidente socialista.
Y esto es así, razono treinta años después,
porque aunque el consejo de ministros es un órgano colegiado, en última
instancia todo es responsabilidad del presidente, que es quien nombra y separa
libremente a los ministros.
Por tanto, aunque se pueda culpar del
descrédito de España en el ámbito internacional a Napoleonchu, del paro
a la tucán de Fene, de la suelta de violadores a la Marquesa de Villa Tinaja
o del desastre educativo a Pili Sonrisas, la culpa última, final, es
del psicópata de la Moncloa, que es quien ha diseñado el desgobierno
socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer.
Y si los funcionarios dirigen sus iras contra MoMiMeMa cuando dice que no deben preocuparse por [la desaparición de] Muface porque el sistema público es la envidia del mundo, es contra Sin vocales contra quien deben dirigir sus invectivas.
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