lunes, 24 de febrero de 2025

Giligónadas

Uno de los métodos más sencillos y económicos de detectar a un giliprogre es esperar a que abra la boca. No tanto por las cosas que dice, sino por cómo las dice.

Y es que el llamado lenguaje inclusivo es en realidad excluyente, porque establece esa separación por géneros (de las palabras) de la que tanto abominan en, por ejemplo, la educación.

Y como dijo Einstein, la estupidez humana es infinita. Contradiciendo a la Real Academia Española -y al sentido común-, cincuenta y cinco universidades españolas han llamado a cambiar la gramática contra el sexismo lingüístico, instando a sustituir hombre por ser humano.

Como a pesar de ser alguien tradicional y conservador soy también, quizá por mi educación cristiana, generoso con lo mío, les ofrezco gratis et amore un epíteto que creo les cuadra perfectamente y que no es para nada discriminatorio, puesto que puede aplicarse indistintamente a hombres, a mujeres y a cualquiera de las posiciones intermedias.

El que da título a esta entrada.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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