Hay dos maneras de hacer las cosas: la de la izquierda y la correcta. En Argentina, durante casi tres cuartos de siglo, se han estado haciendo las cosas al modo de la izquierda. El resultado: uno de los países más ricos del mundo era también uno de los más empobrecidos (salvo para la clase gobernante, que se llenaba los bolsillos a manos llenas).
Pero ha sido llegar al poder un individuo al
que apodan el loco y las cosas han empezado a corregirse. No por arte de
birlibirloque, sino por hacerlas de la manera correcta. Como consecuencia, la
deuda se ha reducido del 99.5% al 45% del producto interior bruto (sea porque
la primera ha bajado, sea porque la segunda ha subido, el caso es que ahora es
la mitad), que se expande a tasas del 7%. Mientras la inflación es ahora un
setenta y cinco por ciento menor que al comienzo de la legislatura.
Por eso los progres están que trinan.
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