Supongo que la decadencia del Imperio Romano debió ser algo parecido a lo que estamos experimentando en la sociedad occidental: la gente se volvió tan blanda, tan estúpida, tan complaciente, que los mucho menos acomodaticios bárbaros les pasaron por encima como el rodillo a la masa pastelera.
Porque eso es lo que está pasando con la
ideología woke, la de los ofendiditos, la de la corrección política, la
de la estupidez supina elevada a niveles hiperbólicos. La que sostiene que
corregir los exámenes en rojo es perjudicial para los alumnos porque les
provoca ansiedad; la que afirma que señalar los errores disgusta al ego
y hace que los alumnos se bloqueen y desconecten. La que recomienda sustituir
el rojo por el verde, ya que este color, dicen, refuerza las conductas
positivas y ayuda a motivar a los estudiantes.
Un par de observaciones: el verde no provocará ansiedad… de momento, porque si se convierte en el nuevo estándar de corrección, los alumnos sufrirán ataques cada vez que lo vean; en cuanto a los daltónicos, probablemente no noten la diferencia…
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