En teoría, y según (en general) la izquierda, la llamada violencia de género es una lacra de la sociedad actual. Se entiende que la occidental, porque la practicada en los países islámicos no merece su atención ni sus diatribas. Será porque es otra cultura, otra sensibilidad…
En fin, que todos deberíamos estar
comprometidos en hacer que desaparezca. Y nadie más comprometido en ese sentido
que el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer, que
dedica al tema discursos, campañas, ministerios y hasta millones. Otra cosa es
que los receptores de esos fondos no parecen tener demasiado claro cómo se
lucha contra la violencia de género, porque ahí va la lista de a qué dedicaron,
el último ocho de Marzo, ayuntamientos de toda laya e ideología los fondos del
pacto de Estado contra la violencia de género: talleres de belleza y
autocuidados, visitas turísticas, clases de zumba, talleres de risoterapia,
manualidades, cocina y costura, eventos deportivos, concursos, exhibiciones de
baile y conciertos, chocolatadas…
Pero qué sabré yo, que soy varón…
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