De primero de carrera se me quedó la definición de economía como la sabia administración de los recursos escasos.
Argentina no es un país en el que los
recursos sean precisamente escasos. Por ello, el que se encontrara en la
situación económica en que se encontraba no se debía a una escasez de los
mismos, sino más bien a una mezcla de inepcia gubernativa y latrocinio de los
políticos.
Bastaría por tanto el actuar con un poco de
cabeza para que la situación revirtiera. Y eso es lo que parece estar haciendo
el presidente del país, el loco Milei, bajo cuyo mandato la economía crece a un siete por ciento mientras la inflación cae un setenta y cinco por ciento.
Como dice el subtitular, el fuerte repliegue en el peso del sector público no parece haberle sentado mal a la economía argentina.
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