La izquierda española siempre ha sido, en general, del género matonil: fuerte con los débiles, débil con los fuertes. Algunos, pocos, han tenido dignidad, pero en general tienden a comportarse como ratas.
Es el caso de la cesada (y si no lo está, ya
están tardando) directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas,
esa que se ha visto implicada en destinar los fondos de la institución a la
compra de obras de (presunto) arte. Precisamente, en una feria de arte, la
susodicha y su pareja (otra mujer) acosaron a la crítica de arte de un conocido
diario con grapa, que declaró que pasó miedo real.
Si se les hubiera plantado cara, probablemente habrían reculado como las ratas miserables que a buen seguro son.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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