Una de las cosas que tengo pendientes -cuando esté muy desesperado y no tenga nada peor que hacer, probablemente- es leerme la llamada ley contra la violencia de género. Por lo que he leído, es una ley parcial y sectaria, discriminatoria por razón de sexo, que da primacía a las mujeres sobre los hombres: si una mujer acusa a un hombre de maltrato, éste tiene que demostrar que no es cierta la acusación, y a la mierda la presunción de inocencia.
Una amiga sostiene que las cosas
no son así y que -hablo de memoria- además -ya la jodimos: lo único peor que un
además en una argumentación es un pero- es lógico porque la
práctica totalidad de los casos de maltrato son de hombres contra mujeres y
porque éstas se encuentran en una posición de inferioridad en relación con
aquéllos.
Mientras no me lea la norma, estoy dispuesto a admitir que esta amiga tiene razón. Pero la aplicación que de la norma están haciendo los jueces me está dando la razón (aunque admito el sesgo de confirmación): la presunción de inocencia de los varones en estos casos está muerta y enterrada.
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