Fernando
Simón quizá sea una eminencia en lo suyo… sea lo que sea lo suyo, que
uno ya empieza a dudar que tenga algo.
Sin
embargo, desde el comienzo de la pandemia -el comienzo real, no el comienzo
oficial del 13 de Marzo- se ha comportado, no como un portavoz científico
del desgobierno socialcomunista, ni siquiera como un portavoz político, sino
como una mera correa de transmisión de las instrucciones del consejo de ninistros,
a las que, supongo, pretendían dar una pátina de respetabilidad científica.
Sin
poner, aparentemente, ningún obstáculo ni reparo, ha reproducido, una tras otra,
todas las mentiras e imprudencias de Sin Vocales y su tropa: desde negarse
a recomendar la no asistencia al aquelarre feminazi del 8 de Marzo hasta hablar
del inexistente comité de expertos como si efectivamente existiera,
pasando por recomendar el no uso de mascarillas pero ocultando que lo hacía
porque no había.
Por
ello, no es de extrañar que el presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos
Médicos haya afirmado que seria urgente cambiar a Fernando Simón. Y encausarle,
junto con todo el desgobierno, por negligencia criminal con resultado de muerte
y ruina para España, añadiría yo.
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
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