El enterrador de Izquierda Hundida, ahora palafrenero del Chepas, dijo hace años en La Secta que, para él, un delincuente no puede ser de izquierdas.
Una
boutade de tantas como sueltan los cortos de mente a los que vota más
corta de mente aún. Porque claro, luego te enteras de que el cerebro de la
llamada Trama Púnica pagó un millón de euros en comisiones al Partido Socialista que dirigía Rafael Sinmangas para financiar campañas
electorales en varios municipios madrileños gobernados por el PSOE a cambio de
la adjudicación de concursos a sus empresas, y empiezas a preguntarte si el
PSOE ha sido alguna vez un partido de izquierdas, o si Alberto Garzón es,
simplemente, tonto de capirote.
Yo voto por lo segundo.
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