En general, en España los medios y los partidos de izquierdas -vienen a ser lo mismo- critican a los gobiernos de derechas hagan lo que hagan (o lo que no hagan), mientras que defienden machaconamente de que el desempeño del desgobierno socialcomunista es, sencilla y literalmente, inmejorable.
Del
mismo modo, una misma medida tomada por un gobierno de derechas será
vilipendiada, mientras que esa misma medida tomada por alguien que sea suciolisto,
neocom, terrorista o golpista será ensalzada hasta el infinito y más
allá.
Tomemos
el caso de una de las últimas medidas lanzadas por el filósofo perico que
tenemos como ninistro de Mortandad: reducir, siguiendo a los catalinos,
de catorce a diez días la cuarentena para contactos estrechos sin que sea
necesaria una PCR negativa.
¿Alguien
se imagina lo que ocurriría si esta medida la propusiera… no sé, Isabel
Díaz-Ayuso, por ejemplo? La tildarían de irresponsable, asesina, criminal y
otras tantas lindezas más.
Por ello, y por mucho más…
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