Cuando la derecha (o lo que el desgobierno socialcomunista llama la derecha, que no es otra cosa que la gente que critica sus decisiones o, simplemente, discrepa de las mismas) se manifiesta, el ninistro Pekeño llama a las fuerzas del orden para que no apliquen una dosis casi homeopática de jarabe democrático a quienes, cuando no eran nada, lo recetaban por garrafas.
Pero
cuando la extrema izquierda se manifiesta contra las decisiones de un gobernante
de derechas, desde las fuerzas políticas de izquierdas se les alienta… hasta
que la policía se ve obligada, no a impedir el pacífico ejercicio de la
libertad de expresión, sino a cargar contra personas muy agresivas
(sic).
Por ello, y por mucho más…
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