Izquierdistas
y secesionistas están tan acostumbrados a decir las mayores barbaridades sin
que les pase nada que ya no para en barras a la hora de soltar dislates.
Ha
sido el caso de la portacoz del desgobierno socialcomunista español. Tras
la reunión entre Sin vocales y el político ierreceo cuyo apellido
le define a la perfección, ha dicho, sin pretenderlo, una verdad como un templo
(como un templo grande, se entiende). Sus palabras exactas han sido estoy convencida de que hay mucho que nos une, pero sobre todo el amor a España.
Naturalmente,
las reacciones (en contra, se entiende), no se hicieron esperar. Yo, por mi parte,
preferí tomar sus palabras como ciertas e interpretarlas literalmente: hay
mucho que les une, pero sobre todo les une el amor a España. Amor que es inexistente,
amor que es odio, amor que es afán de destrucción.
Y
en eso, como en tantas otras cosas negativas, están de lo más unidos.
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