Los
socialistas españoles, además de tener una relación, digamos, complicadilla con
la verdad, parecen considerar que el rebaño sobre el que pastorean sigue
anclado donde su ideología: en el siglo XIX.
Porque,
de lo contrario, ¿cómo explicar que suelten las trolas más gordas (por no decir
los embustes más descarados) sin preocuparse de que les descubran? Eso quizá
cabía hace siglo y medio, un siglo o medio siglo nada más: actualmente, el
problema no suele ser la falta de información, sino lo contrario, el exceso de
la misma.
Pero
ellos nada, erre que erre, dale con la burra al trigo. Desde el desgobierno socialcomunista
han repetido hasta la saciedad que sin presupuestos generales del Estado no
se pueden gastar los fondos europeos. Indudablemente, lo buscan como una
palanca con la que torcer la voluntad de los reacios y, singularmente, la del
Partido Popular: con ellos, sacarlos adelante es pan comido; sin ellos, hacerlo
es posible, pero requiere encaje de bolillos (o mentir a diestros y siniestros,
algo que a Sin vocales se le da de fábula).
Lo
malo -para el consejo de ninistros- es que es mentira. Una farsa. Una trola.
Un embuste. Como una catedral. Como un castillo. Como el peñón de Gibraltar. Según
ha explicado la Comisión Europea a El Mundo, nada tiene que ver una cosa con la otra, tal y como el desgobierno socialcomunista pretende hacer creer. La presentación
y valoración de los planes presupuestarios, y de los planes de recuperación y
resiliencia son dos procesos separados y distintos, afirman en Europa. Por
tanto, los 140.000 millones de euros que le corresponden a España no estarían
supeditados a que Sánchez obtuviera los apoyos políticos necesarios para
aprobar las próximas cuentas públicas.
Eso
sí, el dinero estará condicionado a reformas. Por ello, aunque no existe
vinculación formal entre ambos, es importante que los objetivos de cada uno de ellos
sea consistente con el otro, añaden en la Comisión Europea. Esas reformas
podrían hacerse sobre los presupuestos ya existentes –los de Cristóbal
Montoro–, como viene haciendo el Ejecutivo desde que llegara a Moncloa.
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
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