Entre
los muchos defectos que percibo en el actual presidente del consejo de ninistros
español se encuentra el de no ser una persona desinteresada. Es decir, que todo
lo que hace lo hace, siempre, por una única razón: su propio beneficio.
Tomemos
el caso del desacuerdo sobre la vuelta a las clases de los colegiales, entre la
ninistra de Emburrecimiento y el vicepresidente neocom. En
semejante tesitura, lo lógico (en un mundo racional, se entiende) sería que
diera la razón a la titular del ramo que es, además, de su propio partido. Pero
estamos en la España de 2.020, así que dio su total apoyo político a Junior
e ignoró el desacuerdo.
¿Cómo
le llamo? ¿Ignarante?
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