Mis
recuerdos del (único curso de) latín que estudié no van más allá del sum,
es, est, sumus, estis, sunt, y de algunas de esas citas que Churchill
señaló que, salpimentadas adecuadamente, dan realce a un discurso.
Entre
estas citas se encuentran, claro está, las cesarianas Vini, vidi, vinci,
Alea jacta est y Brutus, tu quoque, fili mii (aunque, según
algunos, Cayo Julio César la habría dicho en griego), la ciceroniana Quosque
tandem abutere, Catilina, patientia nostra, la cartesiana Cogito ergo
sum y la celebérrima Delenda est Carthago de Catón el viejo que, al
igual que la del filósofo francés antedicho, me crucé por primera vez en un
volumen de Astérix (en dos distintos, de hecho) y que, en el caso de Renato,
llevó a un relativamente bochornoso (al menos, para mi amor propio) episodio
escolar.
A
lo que iba. Pensaba utilizar, mutatis mutandis (otro latinajo), la frase
de Catón, sólo que aplicándola a la monarquía. Pero investigando cuál sería la
traducción al latín, me encontré con que el trasunto coronado con el
mismo tiempo verbal que el original ya había sido utilizado (o era, al menos,
conocido) anteriormente. En cualquier caso, si la traducción que titula esta
entrada se aleja del sentido pretendido, pido disculpas. Y ahora, vamos al
grano.
El
impulso para escribir esta entrada vino, naturalmente -naturalmente porque,
si uno observa las entradas de los días anteriores y posteriores, verá que las
noticias se produjeron alrededor de las mismas fechas- de la decisión de Su
Majestad el Rey (ni Emérito ni leches) don Juan Carlos I, a quien Dios
guarde muchos años, de abandonar España, quién sabe si con carácter definitivo,
ante la campaña de acoso y derribo que, empleándole como palanca (¿o como punto
de apoyo?), busca acabar con la Monarquía en España.
Dudé
si dedicarle al tema una entrada normal, saltándome (o no) la regla
habitual de comentar los sucesos por orden de aparición ante el micrófono.
Decidí tratar el asunto en una entrada de esta serie. Por una parte, tiene la
importancia suficiente; por otra, afecta a mis convicciones políticas más
profundas; finalmente, el que haya pasado prácticamente un mes -aunque ese mes
sea el de Agosto- desde que tuvo lugar el anuncio me permitirá tomar
perspectiva y, quién sabe, conocer nuevos acontecimientos.
Servidor
es, en mi familia inmediata, el único monárquico convencido (en parte porque,
parafraseando a Churchill, la monarquía es, descontados los demás, el menos
malo de los sistemas políticos, al menos para España). Las cosas oscilan desde
la antipatía personal hacia el padre del actual monarca hasta la consideración
de que con una forma de estado un poco más autoritaria (y, naturalmente, de
derechas) nos iría mejor.
Cuando
alguno me indicaba los deslices, errores o faltas del anterior Jefe del Estado,
mi respuesta era invariablemente que soy monárquico, no gracias a Juan Carlos
I, sino más bien a pesar de él (en particular, y de su familia en general). Y visto
como empezaron y terminaron las dos intentonas republicanas en España, es casi
seguro que a la tercera vaya la vencida, y que la vencida sea España.
Por
otra parte, vistas las reacciones a la marcha de don Juan Carlos -los golpistas
se alegran; Chistorra exige a Su Majestad Felipe VI, a quien Dios guarde
muchos años, que abdique, y acusa al desgobierno socialcomunista de encubrir la
huída (de eso saben mucho) de Juan Carlos I; el Chepas utiliza la salida para cuestionar al Jefe del Estado; el PP pide a Sin Vocales que desautorice a Junior, mientras las juventudes (la cursiva es
porque los miebros de esas agrupaciones, de cualquier partido, tienen de
jóvenes lo que yo de arzobispo de Constantinopla) suciolistas les hacen los coros a los golpistas y dctr Snchz escribe una carta a los mil y un
tontos socialistas proclamando que los socialistas son leales a la Constitución, a toda (éste no conoce la afirmación de su predecesor más remoto,
cuando dijo que se saltarían la legalidad cuando les saliera del epidídimo)-,
concluyo esta entrada con unos versos del himno de la Guardia Civil, que vienen
al pelo.
¡¡¡VIVA
ESPAÑA!!!
¡¡¡VIVA
EL REY!!!
¡¡¡VIVA
EL ORDEN Y LA LEY!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario